Érica Almirón Romero, de 25 años, fue hallada muerta la mañana de este lunes en el departamento que alquilaba en la calle Fortín Alvarado al 91, en la zona sur de Resistencia.
Su novio Walter Pérez, de 29, domiciliado a pocas cuadras de ahí, fue quien la halló y llamó a la Policía. Cuando arribó una comisión de Comisaría Séptima subió al departamento con él y Érica estaba tendida en la cama, sin vida.
Walter dijo que la encontró con una media atorada en la boca, y con evidencias de haber ingerido productos de limpieza e inhalado gas. En ese marco, más algunos comentarios que ella le habría hecho, presumió que podría tratarse de un suicidio.
En el inicio de la investigación, caratulada “muerte dudosa”, la fiscal de Género 11: Noel Benítez, ordenó la práctica de la autopsia de rigor para determinar fehacientemente la causa de la muerte, ya que ninguno de los elementos relevados en el lugar parecía contundente.
Además, instruyó el secuestro del teléfono celular y la declaración testimonial del novio de Érika y de familiares y amigos de ambos.
De inmediato surgió la información de que el ex novio de Érika: Joaquín Pérez, de 29 años, intentaba contactarse con ella insistentemente.
Poco después, los padres de éste acudieron a la comisaría para contar aportar una carta en la que les informaba que le había “hecho mucho daño”, y que huiría a Paraguay. Además, dijeron que días atrás él hizo comentarios acerca de “vengase” de ella, aparentemente por haber puesto fin a la relación.
Rápidamente se desplegó un amplio operativo con la colaboración de fuerzas de las provincias fronterizas Formosa, Corrientes y Misiones para localizar todos los micros que habían partido desde Resistencia y Corrientes con destino a ese país, además de alertar a los puestos fronterizos.
Así, minutos después de las 13, efectivos de la Policía correntina lograron interceptar en el noreste correntino, en el límite con Misiones, una unidad de La Veloz del Norte, y al identificar a los pasajeros hallaron y detuvieron a Joaquín Pérez.
En este contexto, se consolida la hipótesis del femicidio. Y se cree que el asesino de Érica intentó montar una escena para desviar el caso hacia un probable suicidio.
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