16 may 2025

A PARTIR DEL 10 DE DICIEMBRE CHACO SUMA UN DESOCUPADO MAS



Juan José Bergia, el decano de la Legislatura chaqueña, compitió en las elecciones del último domingo con el objetivo de conservar su banca, la que obtuvo por primera vez en 2003. Pero no lo logró.

En aquel tiempo Bergia venía por la mano radical de la política. Integró la lista de la Alianza Frente de Todos, encabezada por la UCR, por la birome de Ángel Rozas, que dejaba el gobierno por un rato en manos de Roy Nikisch.

En 2007 Bergia fue reelecto por el frente rozista. El resultado fue un 9 a 7 a favor de la Alanza Frente de Todas. Pero en la categoría Gobernador y Vice se impuso el frente Chaco Merece Más y Jorge Capitanich llegaba al poder en su tercer intento, obturando el retorno de Rozas.

En 2009 el oficialismo la dio vuelta: consiguió 9 diputados y la oposición 7. Esto partía el recinto por la mitad, paridad que quedó de manifiesto a la hora de elegir las autoridades del Poder Legislativo. El empate 16-16 parecía no tener salida.

El radicalismo impulsaba la reelección de Alicia Mastandrea, pero Bergia se votó y lo votaron presidente, el primer presidente del coquismo. Los radicales lo acusaron de venderse. Pero él se consideraba un patriota que evitó la intervención de la provincia que, según él, ya estaba en camino por la indefinición en la Cámara.

Jugar la personal le valió la expulsión de la UCR. Él se recicló y convirtió su línea interna radical Mopar en el partido Nepar, y se alió oficialmente al peronismo.

En 2011 fue re-reelecto por el frente Chaco Merece Más, y re-re-reelecto en 2015. En ésta última oportunidad renunció rápidamente para asumir como ministro en el gobierno de Domingo Peppo. Pero en 2017 volvió a la Legislatura, re-re-re-reelecto por el mismo Chaco Merece Más.

En 2021 sumó otra re como candidato coquista. Pero este año no encontró lugar en la lista del reflotado Chaco Merece Más que le dio tantas alegrías. Es que entre una elección y otra Capitanich perdió la gobernación frente a Leandro Zdero, y la torta que antes repartía a manos llenas se volvió un cupcake.

Oficialista por antonomasia, empujó su banca para cruzar el pasillo buscando su zona de confort, cubriendo su retirada disparándo críticas hacia lo que dejaba atrás, pero las elecciones tempranas lo dejaron sin margen de maniobra.

Desahuciado, se lanzó como cuentapropista con el Nuechi: Nuevo Espacio Chaqueño Independiente, un restyling de su Nepar. Confiaba en el aporte que podían hacerle varios intendentes que considera propios, pero aportaron poco y nada.

En los debates se presentó como un legislador experimentado, lo que para el vulgo significa “el mismo de siempre”, un perfil que choca de frente con el viralizado reclamo de renovación que finalmente se impuso.  

En su debut con lista propia llegó detrás de sus antepasados. El oficialista Chaco Puede + LLA, el opositor Chaco Merece Más y Primero Chaco, se repartieron las 16 bancas en juego: 8, 6 y 2, respectivamente.

Terminó como la cuarta “fuerza”, si se puede llamar así a 10.583 votos, un 2,06%. Para quedarse necesitaba 28.908, un montón que le demandaría unas 3 elecciones reunir. Le hubiera arrebatado una banca al coquismo, la misma que Capitanich finalmente despreciará con su candidatura testimonial.

La re-re-re-re-re-reelección tendrá que esperar.

La mitad del electorado del domingo nunca vio la Legislatura sin Bergia. Los padres de los “voto joven” ni se conocían cuando él ya tenía un mandato adentro.

A los que esperaban verlo entrar por esa puerta como ocurrió religiosamente durante más de 2 décadas, quizás los consuele saber que “séptimas partes nunca fueron buenas”.

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